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La importancia de Mafalda

Actualizado: 14 sept 2022

"No tiene importancia lo que yo pienso de Mafalda. Lo importante es lo que Mafalda piensa de mí", expresó Julio Cortázar en 1973, en una carta dirigida a la fundadora de la editorial Lumen, que se incluiría en una edición de dicha editorial dedicada a la muchachita preguntona. Umberto Eco, escritor y filósofo italiano, en el fragmento final del prólogo escrito para el libro “Mafalda la Contestataria” (1969), comentó que “puesto que nuestros hijos se preparan para ser, por elección nuestra, una multitud de Mafaldas, no será imprudente tratar a Mafalda con el respeto que merece un personaje real". Por su parte, el escritor colombiano Gabriel García Márquez, argumentó que "después de leer a Mafalda me di cuenta de que lo que te aproxima más a la felicidad es la quinoterapia" en el prólogo dedicado a la edición completa del libro “Todo Mafalda” (2004), cuando ésta cumplía 40 años.


En la órbita cultural se ha ponderado la importancia de la protagonista de la tira cómica de Joaquín Salvador Lavado Tejón, más conocido como Quino, y su relevancia a 49 años de su despedida de las viñetas nacionales, en 1973, y a apenas 2 años del fallecimiento de su creador, en 2020, y eso puede constatarse en la “Plaza Mafalda”, primer espacio turístico infantil de la ciudad; en el mural del antiguo pasillo que conecta la estación “Perú” de la línea A y “Catedral” de la línea D, en su casi mención como ciudadana ilustre de la ciudad de Buenos Aires, en su escultura sonriente, sentada en medio de un banco pensado para que entren dos personas y se tomen fotografías con ella, en las calles Chile y Defensa del barrio de San Telmo, a pocos metros del edificio donde vivió el autor. Un pedazo de la ciudad del cual captó la atmosfera barrial característica de la Buenos Aires de los 60’s y supo traducir en los paisajes urbanos de la que se convertiría en una de las historietas más reconocidas de Latinoamérica. También en su traducción a múltiples idiomas en varios países, y en su persistencia y permanencia en el imaginario colectivo nacional como la niña irreverente, curiosa y contestataria del orden político, social y económico del país y el mundo.


¿Cómo surgió y cuál fue el alcance de su influencia?


Mafalda no fue un personaje cuidadosamente elaborado, pensado y repensado en la búsqueda de un firme lugar en el campo de las historietas. Más bien lo contrario. Una agencia de publicidad le encargó a Quino una historieta con el fin de promocionar una línea de electrodomésticos. Pero la campaña publicitaria sería cancelada, y los personajes permanecieron ocultos, al menos por un tiempo... Un año más tarde, mientras la jovencita y sus amigos dormían la siesta en la oscuridad del cajón de su escritorio, el secretario de redacción de “Primera Plana”, Julián Delgado, le pidió a Quino una tira para la revista. Por fin llegaba el momento en el cual el grupo de amigos era despertado por una mano que abría el cajón, deslizaba sus dedos por el papel, y lo tomaba firme, llevándola hacía la luz del día.


Las tiras fueron publicadas el 29 de septiembre de 1964 por la revista “Primera Plana”, y así comenzaba la historia de Mafalda, su familia, amigos y su mente, inabarcable al punto que sus preguntas traspasarían primero los globos de dialogo, luego los límites de la viñeta y pasarían a implantarse en la de los miles de lectores que tuvo y tiene.


Historieta originaria publicada el 29 de septiembre de 1964 por la revista “Primera Plana”.


Más tarde integraría las páginas del diario “El Mundo”, que cerraría poco después. Para ese entonces, la madre de la protagonista, Raquel, cursaba un embarazo. Cuando la historia es re-publicada en 1968, en esta ocasión por el semanario “Siete Días Ilustrados”, la protagonista ya tenía hermanito y la trama, un nuevo personaje secundario: Guille.


Otros personajes relevantes fueron Felipe, un neurótico insalvable que pasaba sus días cavilando en las tareas para la escuela que lo angustiaban sin por eso sentarse a hacerlas. Por su lado, las grandes aspiraciones en la vida de Manolito, fanático del empresario estadounidense Rockefeller, era la de poseer una gran cadena de supermercados. En el ínterin ayudaba a su padre en el almacén “Don Manolo”. Ahora, si Mafalda era “el ying”, Susanita, la otra joven del círculo de amigos, era “el yang”. Es que Susanita, a diferencia de la protagonista, encajaba a la perfección en el rol social esperado de las mujeres de aquel periodo, la de casarse y “tener muchos hijitos”, deseo que no perdía la oportunidad de ventilar en sus encuentros en los que siempre pretendía acaparar toda la atención, lo que le valió muchos “chistazos” del grupete. “¡No es posible que tu única ambición sea ser madre, Susanita! ¿No pensás seguir ninguna carrera?”, le espetaba Mafalda a su amiga, a lo que ella replicaba: “No se me había ocurrido, pero ahora que me lo decís veo que no es mala idea. Da mucho prestigio eso de hacerse ver de vez en cuando por el hipódromo y salir luego en la foto de los diarios”. La importancia de la percepción ajena sobre ella, antes que su propia auto-percepción, y la lógica del “parecer más que ser”, que responde a la percepción del otro sobre ese “parecer” (“salir luego en la foto de los diarios”) es revelador en el sentido que así es como funcionan en la actualidad las subjetividades en el ecosistema virtual. El haber sido escrito en un tiempo muy anterior al de las redes sociales es una de las tantas razones de su actualidad.


La tira cómica se ha publicado en diversos periódicos de Uruguay, en una antología de dibujos humorísticos en Milán, Italia, titulado “Libro dei Bambini Terribili per adulti masochisti”, en la que protagonizó la tapa. Hizo su debut en la España franquista de 1970, con un libro que recopila varias de sus tiras, y que debido al contexto de censura a la producción artística-cultural, el gobierno obligó a los editores a colocar una franja en la tapa que rezaba: “para adultos”. Años más tarde llegaría a otros países de Europa como Finlandia, Francia, Alemania y Grecia, entre otros. En total, se ha traducido a cerca de 40 idiomas en libros, revistas, antologías y sellos postales. Dos datos de relevancia política fueron su traducción al guaraní para una feria del libro en Asunción, Paraguay. Más de la mitad de los paraguayos es bilingüe en español-guaraní, por lo que su traducción aumentó su alcance a un sector de la población que antes no accedía a su lectura. El segundo fue su traducción al braille, gracias a un convenio entre Quino y la Secretaria Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Sennaf). El acto de presentación del proyecto nombrado “Descubriendo a Mafalda” contó con la presencia del autor y se dio en el ámbito del 75º aniversario de la Editora Nacional Braille y Libro Parlante, tres años antes de su fallecimiento.


La resistencia a la guerra de Vietnam por parte de la juventud norteamericana, la revuelta estudiantil en un barrio latino de Francia, apodado “El Mayo Francés”, en 1968; los procesos de descolonización en Argelia, la revolución cubana en 1959, el carácter político del catolicismo sintetizado en el “Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo” (MSTM), entre otros fenómenos sociales, fueron faro y fermento para la juventud latinoamericana, y ella se unía a esa oleada. En sus diálogos se trasluce su deseo de “cambiar el mundo”, al indagar abiertamente sobre los derechos humanos, la sexualidad, la religión, el feminismo y el mundo del trabajo contemporáneo, como es el siguiente caso: “¿Mandamos todos los días un padre para que esa maldita oficina nos devuelva esto?”. “Los diarios inventan la mitad de lo que dicen. Y si a eso le sumamos que no dicen la mitad de lo que pasa resulta que los diarios no existen”. Aquí trata sobre uno de los parásitos que contaminan las aguas del gran océano que es el internet: las fake news, dispositivos utilizados como armas comunicacionales por determinados medios de comunicación. Además de como deciden saltearse, en función de determinados intereses (¿Cuáles?) de temas que es más cómodo (¿para quienes?) que la ciudadanía no los sepa. Preguntas que afloran en la mente del lector al leer a la niña, pero que ella nunca resuelve. Queda a libre interpretación… También se ha manifestado, fiel a su espíritu atento y observador, sobre la situación del país: “¿Por dónde hay que empujar este país para llevarlo adelante?”. Cabe recordar que 2 años antes de la primera publicación de la tira se daba un golpe de Estado por parte de las Fuerzas Armadas que destituía al presidente Arturo Frondizi.


La historia del grupo de amigos que transitó la infancia al tiempo que descubría los resquicios ocultos de Buenos Aires, las virtudes y desvirtudes de la humanidad, los “chapuzones de agua fría” sobre la realidad (la guerra, el hambre, la injusticia y no podemos olvidarnos de la sopa) y al mismo tiempo las “paradisiacas fuentes de agua” de esa misma realidad (el compañerismo, la amistad, la primavera, la lucha de los pueblos por la igualdad y la justicia), duraría un total de 9 años. El autor mencionó, tiempo después de la última publicación, que le costaba mucho esfuerzo no repetirse en cada entrega, y que por respeto a sus lectores y a sus personajes, y por su manera de sentir el trabajo, decidió no hacerla más. Aquí abajó se encuentran lo que serían las últimas palabras de Mafalda: su despedida (y la de Quino), el 25 de junio de 1973 por el semanario “Siete Días”:









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